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    Fantasmas Del Ático

    jueves, 10 de marzo de 2011

    Carta de Julieta

    Querido Romeo:
    No puedo dejar de pensar en ti, en mí, en nosotros, en lo que tenemos, en lo que hemos tenido, en lo que nos queda por tener y en lo que nunca tendremos.
    El ser humano, como imperfecto que es, comete fallos, algunos simples y otros, complicados. Tengo la seguridad de que si fuésemos los personajes de otra obra históricamente famosa, como la de Don Juan Tenorio, yo representaría ese personaje, ya que al final está a punto de ir al infierno, y en el fondo es donde debería ir, pues es de donde pertenezco. En cambio tú, serías Inés, el personaje que cuando fallece son los ángeles los que la dan la bienvenida. ¿Sabes por qué? Porque eres un cielo. Porque eres el que quiere de verdad, sin mentiras, sin engaños, con sinceridad. Fuiste tú, cuando llegaste a mi vida, el que me hiciste vislumbrar y llegar más o menos a conocer ese cielo. Ese mundo perfecto en el que todo el mundo quiere estar. Me encontraste y me llevaste contigo sin importante lo impura que era, lo teñida de negro que estaba mi alma. Hiciste que pasara los meses más maravillosos de mi  existencia. Nunca he sido tan feliz con alguien a mi lado que no fueses tú.
    Como siempre suele pasar, no supe valorar lo que había encontrado. Me dejé llevar, te di de lado, y sin nadie iluminándome el camino correcto cogí la peor opción de todas. Profané tu confianza. Entonces me empecé a plantear que no podía haber nadie tan perfecto. Que no podía ser la única que cometiese fallos. Y así, empecé a ver los tuyos. Tus defectos. Como es natural no me gustaron. Llegue a encontrar los suficientes como para poder dejar la relación. Para tener un motivo que se basase en algo sólido para poder separarme de ti. Aún así, era totalmente consciente de lo que había hecho. Me entró tanto miedo y tanta inseguridad que creí que lo mejor era volver al lugar donde me habías encontrado. Las sombras. Fue entonces, en medio del frío, de la falta de cariño, cuando supe qué fue exactamente lo que había perdido, lo que había dejado escapar y sobre todo, lo que no me había merecido… ¿Quién eres tú en mi vida? Hace poco encontré la respuesta. Mi ángel caído. Sí, un ángel caído del cielo, que me envolvía con sus alas y me hacía sentir una verdadera princesa de un cuento de hadas.
    Hace un par de semanas no cruzamos por la calle. Parece que todo ha vuelto a empezar. Incluso me atrevo a creer que se me ha dado una segunda oportunidad. Pero yo no quiero mentirte. No otra vez. Quiero ser tan buena como tú. Por eso dejé que averiguases la verdad. Una vez más tengo miedo. Uno de los motivos es que no quieras volver a mirarme con esos ojos color chocolate y con destellos verde esperanza. Pero lo que más miedo me da es que pongas en duda todo lo que te he dicho hasta ahora. Que te cuestiones todas esas declaraciones de amor que te hice entonces.
    Creo que el físico no es demasiado importante en esta vida, aunque influye, porque con los años se va perdiendo. A los ojos de los demás puede que no seas el ángel más hermoso del cielo, pero eso me da igual porque a mí me encantan tus rizos, tus labios, tus manos, esas que dan protección y transmiten dulzura. Me encanta apoyarme en tu pecho y sentir que todo va a ir bien aunque no sea verdad, que me digas “Te Quiero” al oído y me des la oportunidad de corresponderte. Me encanta cuando te emocionas por cosas muy simples, cuando te pones nervioso y no encuentras las palabras, me encanta la forma que tienes de conseguir que me desespere cuando te cuesta comenzar a contarme algo. También me encanta el compromiso que tienes con los que consideras tus amigos, cómo te esfuerzas en expresar lo que sientes si una persona te importa, cómo sigues tus gustos sin pensar en qué pensarán los demás, cómo los mantienes aunque te diga que a mí no me gustan y cómo puedo hablar de casi cualquier cosa contigo.
    He hecho cosas mal, sí. No sé si me darás una segunda oportunidad o no, pero lo que sí me gustaría que nunca pusieses en duda, es que todo lo que te escribo en esta carta es verdad. ¿Qué me queda mucho que decir y que explicar? Puede, no te lo voy a negar.

    Con cariño Julieta


    Princess_of_Hell

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