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    Fantasmas Del Ático

    martes, 14 de diciembre de 2010

    Perder el Norte

    Ayer soñé, con yo ser la Princesa, una Princesa de cuentos de hadas, una Princesa por siempre soñada.. Tal vez ese sueño no se haga realidad, pero el corazón se me puede alegrar, cuando de tu boca pueda escuchar, mi Princesa por siempre seras



    Amante…

    No consigo quitarme esa maldita palabra de la cabeza. Me pregunto quién fue el personaje que la inventó. Miro por la ventana para distraer mi mente, pero está lloviendo y la calle está vacía. Los coches de colores están aparcados, durmiendo en fila. Las gotas de lluvia se deslizan perezosas por el cristal de la ventana formando Uniones, caminos opuestos, uno conjunto…

    Uniones…

    Tengo que distraerme con otra cosa, pero en la tele sólo hay programas expertos en quitarte las neuronas con el propósito de volvernos unas máquinas Estúpidas que puedan manejar mejor.

    Estúpida…

    En la nevera ya no queda helado de chocolate que pueda comer para que el Frío me haga despertarme.

    Frío…

    Tengo frío. Me siento sola. Más sola que nunca y no tengo a nadie a mi lado. Sólo hago daño a las personas que me importan y posiblemente no me quede más remedio que aceptar que solo me apetece estar con la persona de la que me tengo que alejar. Total, al fin y al cabo es la única que comparte mi Secreto.

    Secreto…

    En una relación no puede, o mejor dicho, no debe haber secretos. Todo el mundo lo sabe. El problema es que un porcentaje de la población, además de destruir el mundo, se dedica a teñir de negro sus relaciones. Esas personas son odiosas y no merecen el respeto y la confianza de nadie.

    Amante/Uniones/Estúpida/Secreto.

    He vuelto a divagar demasiado. Estoy mentalmente hecha Polvo.

    Polvo…

    El que tendrá mi cama cuando no tenga a nadie con quien compartirla. ¡Joder! Esto es demasiado. Al final me voy a volver loca. Tengo que salir. Pero antes no estaría mal que me vistiera. Veamos… mi estado de ánimo es pésimo, por lo que mi vestuario queda reducido al negro. ¿No tengo pantalones? Genial. Pues a grandes males… una falda, unas medias de rejilla y… la camiseta ajustada que me compré en el concierto de My Chemical Romance.
    Sin querer al pasar por el pasillo he visto mi reflejo y antes de darme cuenta he cometido el Fallo de mirarme en el.

    Fallo…

    La persona que me devuelve el reflejo simplemente no soy yo. Es una copia barata que se ríe de mí porque por el momento ha ganado la batalla. El ser que me mira tiene ojeras por la falta de sueño producido por las constantes pesadillas. Su piel a perdido color de forma que se puede adivinar alguna vena azul recorriendo su cuello. A pesar de que en su cuerpo no hay más que helado, sigue igual de delgado que siempre. Y el vestuario deja mucho que desear. Lo que en circunstancias normales hubiese sido un conjunto perfecto para una cena en el barrio gótico, ahora la hacía parecer una prostituta.

    Prostituta…

    ¿Todo se reduce a eso? No hay nadie que me conteste porque gracias a Dios las paredes todavía no han comenzado a hablar. Algo me dice que lo harán pronto, asique centro mi atención en el paraguas y salgo de casa. Me encuentro sin ser del todo consciente mojándome bajo la lluvia. Miro al paraguas y lo tiro a la basura. No merezco permanecer seca. Debería calarme, congelarme y morir de pulmonía. Es una pena que hoy en día la gente no muera a menudo de eso.

    Amante/Uniones/Estúpida/Secreto/Polvo/Fallo/Prostituta

    Me estoy riendo sin ganas mientras camino, ya mojada, entre las calles grises y solitarias de camino al puente. No dejo de preguntarme por qué cometemos fallos imperdonables. Por qué traicionamos a alguien que supuestamente nos importa. Me cuesta horrores subir el puente y ahora que estoy asomada al río cuyo cauce ha aumentado, me pongo a llorar de Desesperación y me caigo al suelo sin fuerzas para mantenerme en pie.

    Desesperación…

    Desesperación por no reconocerme a mí misma. Desesperación por no saber un vez más que decisión toar. Y desesperación por dar una noticia que no quiero dar.
    Tengo que hacer lo correcto para empezar ó para perdonarme a mí misma. No tengo porque decir a verdad. Una verdad que sólo causaría más daño. Si, le dejare la próxima vez que hable con él. ¿Por qué? Tendría que buscar una razón para poder explicárselo. Dios, no me extraña que hayas dejado que nazca en el infierno. Princess of Hell. Cuando te acostumbras no es tan malo. Al fin y al cabo no podría estar todo el día rezando. Es algo que no va conmigo.
    No puedo evitar sobresaltarme. Alguien me ha cogido del hombro y me está girando. Cuando miro a mi acompañante… es él. ¿Es comprensión lo que veo en su cara?

    Secreto…

    Si. Se siente igual que yo. No sabe si pensar si lo que hemos hecho está bien o mal. Solo sabe que una parte de él no se arrepiente de lo sucedido. A mí me pasa lo mismo. Me abraza y me susurra:

    -Mi pequeña princesita…

    Por una vez en los últimos días no me siento sola. Al menos no tanto. My Little Princess… Suena bien.
    Refugiada de la lluvia bajo el paraguas, abrazada a él, recuerdo algo que leí en internet y que me hace sonreír.

    Yo era el sur, caótica, una sin sentido.
    Tu el este, un intento fallido de Indiana Jones.
    Te conocí a finales de Julio, en el oeste.
    Nos besamos y perdimos el norte


    Lied

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